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HERMANOS MARISTAS 125 AÑOS EDUCANDO EN COLOMBIA- 1889 - 2014

TIPOGRAFIA EL CARMEN - cumple 100 años

TIPOGRAFIA EL CARMEN - cumple 100 años

LAS ARTES GRÁFICAS.

El 20 de enero de 1890 los hermanos dieron inicio a su labor educativa en la "Escuela del Carmen" con 360 alumnos, bajo la dirección del Hno. Pelayo, y en 1891 se trasladan al "Convento del Carmen".

 

Al cumplirse los 100 años de independencia de nuestra patria (1910), se realizan en la Escuela importantes exposiciones culturales a nivel departamental, como escenificaciones teatrales con lujo de detalles de lo que fue nuestra independencia y desde entonces nació la idea de dotar a la ciudad de una Escuela de Enseñanza Industrial por solicitud del Gobernador Alfredo Garcés, iniciando así con un buen grupo de estudiantes el oficio de la encuadernación, complementado luego por otra serie de diferentes oficios que terminarían en la década del 10 con la apertura de la tipografía como la obra principal de la Escuela de Artes y Oficios de la Comunidad Marista.

Para tal efecto se encargó al Hno. Esteban de la organización y montaje de los equipos e implementos que deberían ser importados desde Francia en las casas comerciales National Paper, Sociedad Neviolo Torino y la Fundación Deberny y Cía.

Uno de los primeros alumnos fue Gerardo López, que bien supo aprovechar desde niño las enseñanzas de los hermanos franceses, como la estrecha vinculación que mantuvo con los Hnos. Esteban y Clemente impulsores de la obra.

La vecindad con la Escuela le sirvió para su capacitación más rápida y para ganarse la confianza de la Comunidad al nombrarlo como director de la imprenta a finales de la década del 20.

Las diferentes publicaciones, con la calidad que le imprimieron a los productos, sirvió para editar numerosos textos a nivel nacional para los colegios que iban fundando los Maristas en Colombia: Así conocimos ediciones como "La Alegría de leer", "Aprendamos nuestra Historia", geografías departamentales, manuales de convivencia, Ecos de Familia - literatura, etc.

El 27 de septiembre de 1930 la comunidad anuncia la apertura del Colegio Champagnat, al poco tiempo del cierre de la Escuela El Carmen, e inicia como director el Hno. Acacio en compañía de los Hnos. Geminiano, Rubén Antonio y Antonio José Ospina y se traslada la tipografía, frente al hoy Colegio San Francisco de Asís donde funcionó por 1 año, para trasladarla luego a la sede de la carrera 6 con calle 3, local alquilado a los herederos de Don Facundo Nanetti; quedando localizado el taller al fondo del patio del antiguo kínder en la vecindad de la familia Obando Velasco.

A finales de la década del 30 es trasladada al antiguo edificio de San Camilo, hoy Villa Marista o sede del Seguro Social en la esquina de la carrera 9 con calle 8.

Ya en este local recordamos a nuestro padre, desde muy pequeños, dirigiendo la empresa y enseñando la profesión a un buen grupo de colaboradores formados por él y es ahí donde se inician nuestros primeros recuerdos de un local oscuro con pequeños ventanales, un sótano estrecho donde funcionaba el fotograbado; de nuestras voladas a la huerta a cosechar los mejores frutos cultivados por los Hnos. o la producción de la cerveza negra, esquivando la vigilancia o el duro ceño acusador del Hno. Mateo, para no dejarnos sorprender en la picardía.

 

No podemos olvidar nombres como Aniceto Lemus, Carlos Alberto Sánchez, Armando y Jaime Salazar, Arturo y Teófilo Guevara, Guillermo Sarmiento, Laurentino Ramírez, Reinaldo Serrano, Prilo Ante, el mono Realpe, Marco Aurelio Vergara, quienes fueron honestos en su labor diaria, responsables en su trabajo, con sentido de pertenencia y con respeto hacia su maestro, cuando se dirigían a él.

Su labor como impresor fue muy diferente a/que nos ha tocado adaptarnos a la fecha, gracias a los cambios de tecnología, desde el linotipo, las tundidoras: ludlow, el fotón, la composser electrónica, el ordenador gráfico, la litografía, la impresión digital, los plotters, la forma continua, que con el ingreso de la computación, ha evolucionado sustancialmente. A ellos les tocó levantar letra por letra, todos los textos en componedores manuales con sus respectivos espacios y cuadratines fundidos en plomo y estaño, ocupando más espacio con sus cajas, chibaletes y fornituras; sacar las pruebas de los moldes en equipos washigtons, una por una; armar una página completa con orlas irregulares, incluidos zincograbados, en una volandera de cuarto, memorizando los puntos en medidas tipográficas, demandaba hasta un día completo de trabajo; para diagramar y levantar una revista se necesitaban casi dos meses, para luego pasar por el proceso de impresión en máquinas manuales, con el manejo del color y el control de la escala de grises, a un promedio de mil impresiones por hora, intercalando las hojas para evitar el repise; por último el proceso de acabados, en su plegada, levantada, intercalada, costura, refile y empaque, todo manualmente.

El proceso de fotograbado, se realizaba en total oscuridad, con empaque de negativos sellados, láminas de zinc/ presensibilizadas, ácidos y químicos conseguidos en el mercado y preparados por él mismo, con fórmulas que debían contener el porcentaje exacto en gramos y una vez revelada y fijada la plancha, batirla en una cubeta, hasta que apareciera la imagen, con el tiempo de exposición preciso, calculado mentalmente para no dañar el grabado.

Desde San Camilo a la casa nos tocaba trasladar en carreta los cuadernillos de las obras editadas para ser dobladas y armadas por nuestra madre Eufemia Ramírez, y volverlos a llevar a la empresa lo que se convirtió en el mejor paseo que realizábamos de muchachos jugando bolas, o fútbol por las calles de una ciudad apacible, segura y casi sin tráfico vehicular para desplazarnos.

Gerardo y Carlos Alberto Sánchez, su compañero de toda la vida, aprendieron del Hno. Jaime Roberto, el manejo del péndulo de Radioestecia, para buscar agua, en tiempos de escasez de este líquido, excavando 3 cisternas de 20 o 30 Mts. de profundidad, descubriendo que debajo de Villa Marista corre un río.

Ya en 1947 los Hnos. Acacio y Mateo apoyan a Don Gerardo para que se quede con la imprenta, dándole buenas facilidades, para trasladarla a su casa de habitación.

Próximos a cumplir los 100 años de la fundación en 1910 de las artes gráficas en la Tipografía el Carmen, vemos con mucha complacencia como siguen pujantes las artes gráficas en la "Editorial López", heredera de la antígua Tipografía el Carmen. Le deseamos que siga cumpliendo muchos años de servicio a la ciudad blanca.

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