Séptimo día: Marcelino y su amor al trabajo.
San Marcelino, tú te consagraste totalmente a la obra de la fundación y de la formación de los primeros Hermanos, y a la construcción de sus primeras casas. Eres un modelo para todos aquellos que creen en la dignidad del trabajo. Ruega por nosotros para que sepamos consagrarnos, nosotros también, al bien de los demás, y encontrar el equilibrio entre el descanso y el esfuerzo.
Octavo día: Marcelino y su amor por las Misiones.
San Marcelino, tu dijiste : « Todas las Diócesis del mundo entran en nuestras miras ». Tú nos invitas a ser audaces y a ir hacia nuevas misiones en las que los pobres esperan la Buena Noticia. Inspira a muchos jóvenes a consagrarse al servicio de los olvidados de la sociedad.
Noveno día: Marcelino y su amor a María.
San Marcelino, siempre tuviste un gran amor por María, la Madre de Jesús. La llamabas Primera Superiora de los Hermanos, y especialmente « Nuestra Buena Madre ». Ayúdanos a llevar a los demás a Jesús por María, con nuestras palabras y nuestros actos.
Encuentro del Papa "Benedicto XVI" con el Hno. Superior General "Emili Turú"
Octubre 7 de 2009
